Disfunciones sexuales femeninas

Los trastornos sexuales femeninos, también conocidos como disfunciones sexuales femeninas, son un conjunto de problemas que afectan la respuesta sexual, el deseo, el orgasmo o que provocan dolor durante el coito. Estas condiciones pueden generar una notable angustia personal y afectar la calidad de vida y las relaciones de pareja. Su origen es a menudo es la sumatoria de factores  biológicos, psicológicos y sociales.

Clasificación de los Trastornos Sexuales Femeninos

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5)

Trastorno del Interés/Excitación Sexual Femenino

Falta o una disminución significativa del interés y/o la excitación sexual. Esto puede manifestarse como una ausencia de pensamientos o fantasías sexuales, una falta de motivación a las insinuaciones sexuales de la pareja, y una disminución o ausencia de sensaciones genitales y no genitales durante la actividad sexual.Esta ausencia de pensamientos, fantasías y deseo de iniciar o responder a la actividad sexual, suele  generar una notable angustia personal y dificultades en las relaciones interpersonales.

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Trastorno del Orgasmo Femenino (Anorgasmia Femenina)

El Trastorno del Orgasmo Femenino, también conocido como anorgasmia, es una disfunción sexual caracterizada por una marcada dificultad, retraso, infrecuencia o ausencia total del orgasmo, a pesar de experimentar una excitación sexual adecuada. Esta condición debe causar un malestar personal significativo para ser considerada un trastorno.

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Trastorno de Dolor Genito-Pélvico/Penetración

Conocido antes como dispareunia (dolor durante el coito) y vaginismo (contracción involuntaria de los músculos de la vagina que dificulta o impide la penetración). Se define  por las dificultades regulares  con la penetración vaginal, dolor vulvovaginal o pélvico marcado durante las relaciones sexuales o los intentos de penetración, y un miedo o ansiedad intensos ante el dolor, lo que a menudo lleva a la evitación de la actividad sexual.

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Causas y Factores de Riesgo

Las causas de los trastornos sexuales femeninos son variadas y a menudo interrelacionadas.

Factores Físicos y Biológicos

Cambios Hormonales: Las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo, el posparto y, especialmente, la menopausia (con la disminución de estrógenos) pueden afectar la libido, la lubricación y la elasticidad vaginal.

Condiciones Médicas: Enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, esclerosis múltiple, trastornos de la tiroides y problemas de vejiga pueden interferir en la función sexual.

Medicamentos: Ciertos fármacos, incluyendo algunos antidepresivos, antihipertensivos, antihistamínicos y tratamientos hormonales, pueden tener efectos secundarios que disminuyen el deseo sexual o dificultan el orgasmo.

Salud Ginecológica: Infecciones vaginales, endometriosis, quistes ováricos, miomas uterinos y el síndrome de dolor pélvico crónico pueden causar dolor y malestar durante las relaciones sexuales.

Cirugías y Lesiones: Cirugías pélvicas, como una histerectomía, o lesiones en la zona pueden afectar los nervios y el flujo sanguíneo necesarios para una respuesta sexual saludable.

Factores Psicológicos y Emocionales

Salud Mental: La ansiedad, la depresión, el estrés y una baja autoestima pueden disminuir significativamente el interés en el sexo.

Imagen Corporal: Preocupaciones sobre la imagen corporal y la autoestima pueden generar inhibiciones y ansiedad durante la intimidad.

Experiencias Traumáticas: Antecedentes de abuso sexual o experiencias sexuales negativas pueden tener un impacto duradero en la salud sexual.

Creencias y Actitudes: Una educación sexual restrictiva o creencias culturales y religiosas negativas sobre el sexo pueden contribuir a la disfunción sexual.

Factores Relacionales y Social


Problemas de Pareja: Conflictos no resueltos, falta de comunicación, infidelidad o una disminución de la atracción hacia la pareja pueden manifestarse como problemas sexuales.

Disfunción Sexual en la Pareja: Si la pareja masculina sufre de disfunción eréctil o eyaculación precoz, esto puede afectar la dinámica sexual y la satisfacción de la mujer.


Falta de Privacidad y Tiempo: El estrés de la vida cotidiana, la falta de tiempo para la intimidad y la falta de privacidad pueden ser barreras importantes para una vida sexual satisfactoria.

Diagnóstico y Evaluación

El diagnóstico de un trastorno sexual femenino comienza con una historia clínica y sexual detallada. El profesional de la salud (ginecólogo, terapeuta sexual o psicólogo) realizará preguntas sobre los síntomas específicos, su duración, el contexto en el que aparecen y el malestar que generan. Es fundamental una comunicación abierta y honesta para un diagnóstico preciso.

La evaluación puede incluir

Examen Pélvico: Para descartar causas físicas como infecciones, sequedad vaginal, atrofia de los tejidos o anomalías anatómicas.

Análisis de Sangre: Para medir los niveles hormonales y detectar posibles problemas médicos subyacentes.

Cuestionarios y Escalas de Autoevaluación:

Para medir el grado de satisfacción sexual, la frecuencia de los problemas y el impacto en la calidad de vida. Cuestionario de Conducta Sexual de Eysenck,

Evaluación Psicológica:

Para identificar factores como la ansiedad, la depresión o problemas de pareja que puedan estar contribuyendo al trastorno. Entrevistas con el paciente, test de personalidad y creencias irracionales.

Tratamiento

El tratamiento de los trastornos sexuales femeninos suele ser multidisciplinario y adaptado a las necesidades individuales de cada mujer.

Tratamientos Médicos:

Terapia Hormonal La terapia con estrógenos, administrada de forma local (cremas, óvulos, anillos) o sistémica, puede ser efectiva para tratar la sequedad y la atrofia vaginal, especialmente durante la menopausia. En algunos casos, se puede considerar la terapia con testosterona para el bajo deseo sexual, aunque su uso en mujeres sigue siendo objeto de debate y requiere una cuidadosa supervisión médica.

Medicamentos:

Flibanserina (Addyi): Aprobada para mujeres premenopáusicas con trastorno del deseo sexual hipoactivo. Actúa sobre los neurotransmisores en el cerebro.

Bremelanotida (Vyleesi): Un medicamento inyectable para el bajo deseo sexual en mujeres premenopáusicas.

Ospemifeno (Osphena): Un modulador selectivo de los receptores de estrógeno que ayuda a aliviar el dolor durante las relaciones sexuales causado por la atrofia vaginal.

Terapias Psicológicas y Sexuales:

Terapia Sexual:

Conducida por un terapeuta sexual, esta terapia se enfoca en la educación sexual, la mejora de la comunicación en la pareja, la reducción de la ansiedad de rendimiento y la introducción de técnicas y ejercicios específicos para mejorar la respuesta sexual

Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Ayuda a identificar y modificar pensamientos y comportamientos negativos asociados con el sexo, mejorando la autoestima y reduciendo la ansiedad.

Terapia de Pareja: Aborda los conflictos relacionales que pueden estar afectando la vida sexual.

Cambios en el Estilo de Vida y Remedios Caseros:

Uso de Lubricantes: Los lubricantes a base de agua o silicona pueden aliviar la sequedad vaginal y el dolor durante el coito.

Ejercicio Regular: Mejora el estado de ánimo, la imagen corporal y el flujo sanguíneo, lo que puede tener un impacto positivo en la función sexual.

Técnicas de Relajación: El yoga, la meditación y la atención plena (mindfulness) pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.

Comunicación Abierta: la comunicación sincera  con la pareja sobre deseos, necesidades y preocupaciones es fundamental para una vida sexual satisfactoria.

 

En conclusión, los trastornos sexuales femeninos son condiciones complejas pero tratables. Un enfoque integral que considere los aspectos biológicos, psicológicos y relacionales es clave para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento eficaz que permita a las mujeres disfrutar de una vida sexual plena y saludable.

 Es fundamental que las mujeres que experimentan estos problemas busquen ayuda profesional y no los sufran en silencio.


Luis Alberto Montejo Lizarralde

Psicólogo Clínico Registro 11.800 Salud Valle.
Terapia individual y de pareja. Sexoterapia.
presencial y online 


Carrera 43 5b-52 Barrio Tequendama Cali


Contacto Cel WhatsApp 316 4206741

   

                     Más información. www.albertomontejo.co


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